Por Oscar Félix Moreiras Corría el año 1995 aproximadamente y, después de que un vecino y amigo me metiese el gusanillo de ver sus coches de RC, a mis 14 años rompí la hucha y decidí comprarme un coche RC “de verdad”.

Me acompañó un amigo de mis padres a una de las dos tiendas de RC que había. Salí de allí con un flamante Tamiya BMW M3 E30 (chasis TA01) el cual montamos durante unas 2 horas diarias por las tardes y nos llevó unos 5 dias.
Incitado por este amigo me presento a una carrera. El problema es que en la ciudad solamente teníamos circuito de TT, así que imaginad lo mal que iba mi coche con los baches y saltos. Al acabar esa carrera, me coge del brazo el dueño de la tienda de RC y me lleva junto a un participante. Ahí empezó la fiesta. El dueño de la tienda le plantea si no tiene algún TT para cambiarme y el hombre muy amablemente me lo cambió por el mismo modelo pero de TT. Así me hice con un Manta Ray con carrocería de Top Force.

Después de ver que yo era “el cojo” de las carreras y no había presupuesto para electrónica y baterías más potentes, decidí hacerme mi propia Evolución y rebajar pesos. Partimos de una plancha de aluminio de 1mm y así fue como hicimos un chasis y subchasis al estilo Top Force (modelo siguiente y superior al mío). La chapa era muy fina con lo cual había mucha torsión e incluso en algún bache llegaba a salirse el palier central. Es cuando decido poner un subchasis de fibra que también pesa poco y es más rígido.

El chasis lo conservé porque ya se complicaba la cosa. En pocos meses me fijo en los hermanos mayores y me compro un 1/8 TT de gasolina y al final este modelo evolucionado por mi lo acabo vendiendo (o eso creo).
Me salto toda la historia del medio… En 2017 retomo la afición pero en plan colección y restauración, además, aquí, ya ni circuito ni carreras tenemos…y hace un mes se obra el MILAGRO y encuentro en una App de cosas de segunda mano el que fuera mi coche.
Al principio no lo reconocí. Una vez quedo con el hombre y lo compro, ya de camino a casa les envío unas fotos a 2 compañeros de carreras muy buenos amigos y ninguno lo reconoce como suyo, ni saben de quien sería. El detalle es que si os fijáis la carrocería tiene un dorsal, con lo cual el coche o al menos la carrocería ha ido a alguna carrera.

Ya en casa con calma, lo miro con más detenimiento y, reconozco las 2 pegatinas (de la marca de ropa Diesel) que tiene porque las había puesto yo…empiezo a reconocer el subchasis…. y bingo, este FUÉ MI COCHE!!! grité como un loco y casi lloro de la emoción.
Me desborda la alegría, empiezo a llamar a los amigos todos, compartirlo por las redes sociales…ahora hasta reconozco el velcro que tenía la carrocería. Hablo con el anterior propietario y me dice que el chasis actual lo hizo él porque se metía mucha tierra y lo que hizo fue usar el mio de plantilla y levantar lo de los lados para ajustarse mejor a la carrocería y así que no entre tanta porquería.
También hizo los reenvíos del salva servos de la dirección porque los otros se habían estropeado. Es cuando me pongo a restaurarlo y devolverlo a sus mejores días… y ahí está el resultado. Reconozco que lo compré por las llantas delanteras y para desmontarlo y aprovechar piezas para otros. Pero ahora, la verdad es que es el que más ilusión me ha hecho restaurar y ocupará un lugar muy especial y central entre los demás.